Escrito por: Ashley Fantz
CNN
Cuando Josh Alcorn vociferó su deseo de vivir como una niña, los padres del adolescente de Ohio dijeron que ellos no lo aceptarían.
"No apoyamos eso, religiosamente", dijo la madre de Alcorn a CNN el miércoles [31 de diciembre, 2014], con la voz quebrantada. "Pero le dijimos que lo amábamos incondicionalmente. Lo amábamos sin importar qué. Amaba a mi hijo. La gente necesita saber que lo amaba. Era un buen chico, un buen niño".
Tachando el nombre de "Josh", el adolescente de 17 años firmó con el nombre de "Leelah" en una nota suicida publicada en Tumblr.
La nota fue programa para que se publicara después de la muerte de Alcorn el Domingo [28 de diciembre, 2014]. El adolescente fue golpeado por un camión trailer en la interestatal 71 alrededor de las 2:15 am, a cuatro millas de su hogar en el pequeño poblado de Kings Mills, al noreste de Cincinnati.
La Patrulla de Carretera Estatal de Ohio está investigando la muerte como un suicidio.
"Por favor no estén tristes, es lo mejor. La vida que hubiese vivido no valía la pena vivir... porque soy transgénero", decía la nota. "Podría explicar en detalles porqué me siento de esa forma, pero esta nota probablemente ya será lo suficientemente larga. Para ponerlo simple, me siento como una niña atrapada en el cuerpo de un niño, y me he sentido así desde que tenía 4. Nunca supe que había una palabra para este sentimiento, tampoco que era posible para un niño convertirse en niña, así que nunca le dije a nadie y simplemente continué haciendo cosas tradicionalmente 'de niños' tratando de encajar".
La muerte del adolescente ha generado reacciones emocionales intensas a través de las redes sociales. La tendencia #LeelahAlcorn está llevando mensajes de apoyo a todas las personas transgénero. Muchas de las publicaciones son de odio y venganza dirigidas a los padres del adolescente.
En su entrevista con CNN, Carla Alcorn se refirió a su criatura como niño y usó los pronombres masculinos.
Después de su muerte, una publicación en Facebook aparentemente de Carla Alcorn decía que su hijo "fue al cielo esta mañana. Estaba afuera en una caminata mañanera y fue golpeado por un camión. Gracias por los mensajes de amabilidad y preocupación que nos han enviado. Por favor continuen con nosotros en sus mentes".
Algunos en las redes sociales han capturado la publicación y han reposteado su mensaje, tachando el pronombre masculino y el nombre de Josh, y reemplezándolo con pronombres femeninos y el nombre de Leelah.
"Él simplemente dejó de hablar de eso"
En la nota de Leelah, ella explica que cuando tenía 14, entendió por primera vez qué significaba transgénero y "lloró de felicidad".
"Después de 10 años de confusión finalmente entendí quién era. Inmediatamente le dije a mi mamá, y ella reaccionó extremadamente negativa, diciéndome que era una fase, que jamás sería realmente una niña, que Dios no comete errores, que yo estaba mal. Si están leyendo esto, padres, por favor no le digan eso a sus hijos", dice la nota. "Incluso si eres cristiano o estás en contra de las personas transgéneros, jamás le digas eso a una persona, especialmente a un niño. Eso no hará más que hacer que se odien a sí mismos. Eso fue exactamente lo que me hizo a mí".
Carla Alcorn le dijo a CNN que su hijo estaba deprimido y que consejeros y un psiquiatra le dieron medicina al adolescente.
"Simplemente dejó de hablar sobre (ser transgénero)", ella dice.
Se preocupó cuando el miércoles, mensajes de odio dirigidos hacia ella y su esposo, los estaban haciendo ver como "personas horribles", dice. Ella tiene otros hijos, y están increíblemente tristes por perder a un hermano.
Dice que no se ha podido realizar un servicio funeral para el adolescente porque las personas han amenazado con protestar.
Su hijo recurrió a ella solo una vez para hablar sobre ser transgénero, insiste Carla Alcorn.
La primera vez que escuchó el nombre de Leelah fue en la nota suicida del adolescente.
"Nunca antes había dicho ese nombre", dijo.
"La crueldad de la soledad"
La nota suicida de Leelah, sin embargo, dice que luchó por mucho tiempo para ganar la aceptación de sus padres como adolescente transgénero.
"Mi mamá comenzó a llevarme con un terapista, pero solo me llevaba a terapistas cristianos, (quienes estaban muy sesgados) así que en realidad nunca recibí la terapia que necesitaba para curarme de mi depresión. Solo tuve más cristianos diciéndome que era egoísta y que estaba equivocado y que debería buscar a Dios por ayuda".
A los 16, escribió, se dio cuenta que "sus padres nunca lo aceptarían" y que ella tendría que esperar hasta los 18 para empezar cualquier tipo de tratamiento médico para hacer la transición hacia mujer.
Eso, dijo, "me rompió el corazón por completo... Me sentí sin esperanzas, que luciría como un hombre en vestido por el resto de mi vida".
Carla Alcorn recuerda que su adolescente le preguntó por la operación de cambio de género.
Ella le dijo a su hijo que no, dice, porque "no teníamos el dinero para algo como eso".
En su nota suicida, Leelah dijo que lloró hasta quedarse dormida esa noche.
Leelah le dijo a sus amigos que era transgénero.
Se declaró como gay en la escuela, una decisión que fue apoyada por sus amigos pero que molestó a sus padres, escribió.
"Ellos querían que yo fuera su perfecto hijo heterosexual cristiano, y eso obviamente no es lo que yo quería".
Carla Alcorn dijo que le quitó a su hijo el acceso a las redes sociales porque el adolescente estaba viendo a cosas "inapropiadas" en Internet, pero no quiso decir cuáles eran esas cosas.
Leelah describe lo que era no tener acceso a las redes sociales para conectarse con sus amigos: "Esta fue probablemente la etapa de mi vida cuando más deprimida estuve, y me sorprende que no me haya suicidado. Estuve completamente sola por 5 meses. Sin amigos, sin apoyo, sin amor. Solo la decepción de mis padres y la crueldad de la soledad".
Todo comenzó a sentirse como mucho peso para la adolescente, escribió. Convencida de que tenía pocos amigos, y sintiendo la presión de guardar dinero suficiente para mudarse de su casa, mantener sus notas altas y enfrentar la gente en la iglesia quien sentía solo la juzgaban, decidió terminar con su vida.
"Nunca voy a encontrar un hombre que me ame", escribió. "Nunca voy a ser feliz".
Que le den todas sus cosas y el dinero a organizaciones que apoyen los derechos civiles de los transgéneros y a grupos de apoyo de tránsgeneros, Leelah instruyó.
"La única forma de que descanse en paz es que un día la gente transgénero no sea tratada de la forma en que yo lo fui, que sean tratados como humanos, con sentimientos válidos y derechos humanos. El género tiene que ser enseñado en las escuelas, lo más antes posible mejor. Mi muerte tiene que significar alto. Mi muerte tiene que ser contada en el número de gente transgénero que se suicidaron este año... Arreglen la sociedad. Por favor".
Dos días después de su muerte, con ese duelo que solo los padres que han tenido que enterrar a un hijo entienden, Carla Alcorn sigue repitiendo que ella amaba a su hijo.
"Él era un increíble músico y artista" dice. "Era un increíble niño".
Más educación, tiempo y compasión
No muy lejos de donde viven los Alcorn, Shane Morgan pensaba mucho en Leelah.
El director ejecutivo del grupo establecido en Columbus de "TransOhio" dice que el suicidio de la joven le evoca recuerdos de cómo eran las cosas hace 15 años mientras él luchaba con decirle a sus amigos y familia que era transgénero.
"Me declaré como gay ... No entendía lo que era la identidad de géneros para esa época" dijo.
Mientras Morgan crecía y conoció a diferentes personas y tuvo nuevas experiencias, ganó confianza y coraje.
Escribió una carta a su familia y amigos, diciéndoles que era transgénero. Con la excepción de su padre y hermano, dijo, todos lo apoyaron.
Morgan dijo que entiende la rabia que una persona puede sentir hacia los padres de Leelah, pero "eso no es excusa para amenazar a la familia".
Desde la muerte de Leelah, los padres de niños transgénero han enviado a [la organización] TransOhio fotos y cartas diciendo cuánto la tragedia los ha conmovido y que aceptan y aman a sus hijos sin importar qué.
Su gran miedo es que sus hijos no se sientan amados. Y las estadísticas muestran que eso puede llevar a suicidios como los de Leelah.
Un estudio en el 2011 por el Centro Nacional de Igualdad Transgénero encontró que el 41% de 6.450 respondieron que transgéneros y personas que no están conformes con su género, han intentado suicidarse.
Si el hubiese podido hablar con Leelah, Morgan le hubiese dicho que entendía cuán difícil es y lo mal que hace sentir. Le hubiese dicho que cuando se hiciera un poco más mayor, ella hubiese sido libre de adoptar cualquier otra familia -- una de amigos que la aceptaran y la apreciaran.
"No le hubiese dicho que se pone mejor, pero sí que cambia" dijo. "Que hay personas que habría conocido. No sé si alguna vez ella conoció a una persona transgénero. Pero habría visto algo diferente. Se le podría haber dado un poco de esperanza".
Aidan Key también conoce muy bien lo que es sobrevivir la adolescencia trasngénero. El fundador de la organización de apoyo y educación familiar "Gender Diversity" (Diversidad de Géneros) en Washington creció en una familia fundamentalista cristiana y ahora trabaja con familias con fuertes bases religiosas para ayudarlos a entender lo que significa ser transgénero.
Se considera con suerte de tener una madre y una hermana gemela que lo adoran sin importar su identidad de género.
"Mi compasión es para los padres. Todo lo que un padre quiere es amor para sus hijos, para que sus hijos vivan buenas vidas. Transgénero es algo tan nuevo en la sociedad, y no lo hemos enfrentado o discutido como sociedad. Lo hemos mantenido en una esquina oscura donde algunas personas todavía piensan que es una desviación sexual" dice Key.
"Si los padres hubiesen buscado más información o dicho 'Esto es mucho. Necesitamos tiempo', o si hubiesen accedido a un grupo que los hubiese recibido para hablar, eso habría hecho las cosas diferentes para Leelah".
Nota Original
Traducido por: Keyla Alejandra @Faramallera
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