Publicado en: A Separate State Of Mind
Escrito por: Elie Fares
Original
Traducido por: @Faramallera
Hace dos días (15/01/15), Tripoli [Líbano] fue golpeada por la muerte de nuevo, cuando ataques terroristas tomaron lugar en el vecindario Jabal Mohsen.
Las complejidades políticas del ataque son muchas, pero hay una historia de heroísmo que sale del horror que tomó lugar el sábado [10/01/15] del que nadie está hablando. Pensé que lo haré, porque esta historia en particular sobre este tipo de personas son las que te hacen ver esa pequeña luz en toda esta violencia.
Muchos se han preguntado cómo un café tan lleno como el que atacaron en Jabal Mohsen, solo tuvo menos de 10 pérdidas. Eso es porque el ataque suicida no se llevó a cabo de acuerdo a los planes de los dos terroristas.
Entre esos estaba un valiente, con corage y heróico hombre llamado Abou Ali Issa. Era padre de siete [hijos]. Abou Ali Issa, quien ni siquiera estaba en el café al momento, corrió al sitio a ver qué estaba pasando. Fue entonces que vio al segundo atacante suicida acercándose a las premisas para detonarse a sí mismo y matar muchas más personas de las que alcanzó el primero. El atacante gritó "Allahou Akbar". Abou Ali Issa corrió hacia él y lo bloqueó, previniendo que llegara al café, y matar a las personas que estaban dentro. El atacante entonces se detonó, matando a los dos.
No le importó las sectas que estaban dentro del café. No le importó si estaba salvando las vidas de sunitas, chiítas, alauitas [sunnis, Shia, Alawites en inglés] o cristianos. Abou Ali Issa no le importó su propia vida mientras se enfrentaba a una decisión que muchos de nosotros jamás enfrentaremos: salvar a otros, o salvarse a sí mismo. Él escogió la primera.
Ésta es la cara de Ali Issa. Merece ser impresa en nuestra memoria colectiva como nación.
Este hombre que salvó cientos de vidas jamás será una sensación viral. Su funeral fue transmitido ayer, junto con los de las otras personas que murieron con él, en una pantalla dividida en la televisión libanesa, ni siquiera digno de un tratamiento a pantalla completa.
En algunos días, nadie se acordará que habían dos atacantes suicidas en Tripoli que apuntaron a inocentes, mucho menos la existencia de un hombre que previno que esos terroristas hicieran más daño, si no hubiese sacrificado su propia vida para salvar la de los demás.
Hoy, hay miles de familias en Tripoli y Jabal Mohsen que le deben su integridad a Abou Ali Issa. Le deben la presencia de sus padres, madres, hermanos, y hermanas. Le deben el alivio que sintieron cuando sus amados regresaron a casa ese día.
La familia de Abou Ali issa, su esposa y sus siete hijos, no sintieron el mismo alivio o felicidad. Su familia jamás será completa de nuevo, y justicia para su padre y esposo, probablemente jamás llegue.
Este es mi intento de hacer de la memoria de su padre y esposo, la de un héroe nacional, como debería de ser, ya que el es el tipo de persona que merece ser desfilado alrededor como símbolos nacionales, como nombres que nunca deben ser olvidados, porque personas como él son raras de encontrar y deben ser apreciadas y honradas y respetadas.
Que descanse en paz. Hay muy pocas personas que merecen de esa paz.
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